RECORDAR, PENSAR

UNA BREVE LECTURA...



Un gobernante no busca para sí mismo, sino para ayudar a su pueblo”

Un planteo que surge de La República escrita por Platón en 380-375, a. C.   

Es para reflexionar, sobre todo para los elegidos  que deben representar al 

pueblo de acuerdo con lo  prescripto en la Constitución  de la querida Argentina.



En el Día de la Madre

                                             LA MADRE

Por Juan Carlos Bergonzi






Mi madre era un ser celestial. Bastaba mirar sus ojos —claros, profundos, serenos— para advertirloPoseía una determinación firme, nacida de la reflexión. En sus palabras, siempre predominaban la razón y la ternura.

Tal vez comprendí tarde la magnitud de sus virtudes. Ella lo supo, con su temple sereno y su amor inquebrantable hacia nosotros, sus hijos.

Nunca la vi cansada. Siempre dispuesta, alegre, luminosa; y solemne, cuando la vida lo requería. Si alguna vez mis palabras se desbordaban, no necesitaba reprenderme: bastaba su mirada, directa y silenciosa, para que el desorden se apagara dentro de mí.

Cuando le confiaba algo, ella escuchaba con calma. En ese silencio lleno de comprensión, encontraba siempre la palabra justa, la que me ayudaba a repensar o a buscar nuevos caminos.

Nunca la vi enferma: siempre activa, dedicada, atenta. No supe valorar entonces su fortaleza.

La recuerdo buscando armonía entre su familia, cercana al dolor y la enfermedad de sus hermanas, sosteniéndolas sin reclamar nada a cambio.

Una tarde, inquieto, le pregunté:
—¿Qué te gustaría que sea cuando sea grande?
Su respuesta aún me acompaña:
—“Que seas feliz”. No respondí. Era un preadolescente que huía de la emoción, pero sus palabras quedaron grabadas en mí como una semilla.

En las noches tibias del verano me enseñaba a mirar las estrellas, y en las tardes, a descubrir figuras en las nubes que ella describía con imaginación encantadora.

No creía en los castigos. Educaba con gestos.
Recuerdo una noche: me pidió que la esperara para volver juntos a casa. No lo hice. Me dejé llevar por el bullicio del cine y la dejé esperándome.

Al regresar, tarde, encendí la luz de mi dormitorio. Sobre la mesa, una nota breve decía: “Honrarás a tu madre.” 

No dormí esa noche. Al día siguiente me saludó como siempre. No me reprochó nada. Y yo no tuve valor para pedir perdón.

Hoy, tantos años después, la siento viva en cada recuerdo.
Madre sabia, generosa, de fe profunda.

Sus palabras aún resuenan, sus ojos aún hablan, su dulzura aún me guía.

Podría decir mucho más, pero hoy, 19 de octubre de 2025, mientras levanto la vista al cielo, me basta con esta inspiración sencilla para recordarla.

Sé que está cerca.
Y sé también que, en su luz, habita su Dios.


 

SENTIRSE PARTE DE UNA CIUDAD

 

   

    UN PASEO RECONFORTANTE

     
   Por juan carlos Bergonzi                                                          
 

                                             

 
 

Son las 20 horas de un día de semana y el canal principal de riego luce una nueva iluminación que se refleja en el abundante caudal de agua que llegará a las chacras de este denominado Alto Valle de Río Negro.

Estamos en la ciudad de General Roca, y el añoso canal —construido a partir de 1911 y concluido en 1928— constituye una obra hidráulica incorporada a la cultura de sus habitantes.

Este verdadero río nace en el Dique Ballester y recorre más de 130 kilómetros. En Chichinales se encuentra con el imponente río Negro, formado por la confluencia del Limay y el Neuquén.

En General Roca se ha construido, a ambos lados del canal, un parque lineal donde se puede caminar, correr, reunirse junto a un amigable mate, escuchar el murmullo de los sauces o disfrutar del paso del agua que, sin tregua, marcha con la misión de irrigar, mediante canales secundarios, las plantaciones frutales de este espacio bendecido del norte de la Patagonia argentina.

El paseo por sus sendas circundantes transmite la sensación de un ambiente cuidado, apropiado y apreciado por vecinos y visitantes.

El aroma del césped recién cortado y el reflejo de las luminarias permiten, si se quiere, pensar que uno está en el lugar justo, sin equivocaciones.


                                         A 80 años del primer bombardeo atómico 


                               Hiroshima, mon amour

                                            


                                                                      Por Juan Carlos Bergonzi *        

       A las 8.15 del 6 de agosto de 1945,  la primera bomba nuclear  estalló sobre  Hiroshima, Japón.  El avión que transportaba  la bomba había partido unas ocho horas antes desde la isla Tinian, en el  Pacífico. A menos de 600 metros de altura se consumó la explosión atómica y produjo la destrucción de gran parte del blanco y la muerte de 130 mil habitantes. Otros 70 mil quedaron heridos y con graves  secuelas.        
     El súper bombardero B-29 de la Fuerza Aérea estadounidense llamado “Enola Gay”, nombre de la madre del piloto Paul Tibbets, giró y se distanció rápidamente del calor y la cegadora luz provocada por la explosión. Se dice que el copiloto, un joven oficial, habría exclamado  “¡Qué hemos hecho, Dios mío!”. Se había concretado  la primera operación militar con armas nucleares en vísperas del cierre total del conflicto  denominado Segunda Guerra Mundial.       
    Tres días después, el 9 de agosto, otra bomba de similares características fue arrojada en la ciudad puerto  de Nagasaki. Los muertos superaron las 80 mil personas.  El Imperio del Sol Naciente, días después, se rendía sin condiciones ante lo aliados. 



 Imagen archivo BBC Hongo nuclear
  La mayoría de los pobladores que murieron en el acto de la explosión  fueron civiles;  una  proporción cercana al 15 por ciento de  los heridos a los pocos días  fallecieron y otros tuvieron que luchar contra la leucemia,   distintos cánceres y otras enfermedades.  Los efectos de la radiación fueron la causa de estos males.  La primera bomba detonada, en Hiroshima,  libró una energía aproximada a las 15 mil toneladas de TNT y fue construida en base a uranio. El nombre clave de este artefacto fue “Little boy”. La arrojada a las setenta y dos horas siguientes sobre Nagasaki fue designada como “Fast Man” y utilizó plutonio.
   La decisión de atacar a Japón con estas armas fue del presidente Harry S. Truman  sucesor de  Franklin D. Roosevelt  muerto el 12 de abril de 1945, semanas antes de la llegada de los aliados a Berlín, el suicidio de Adolf Hitler, la caída del III Reich   y la conclusión de la guerra en Europa.
   El Imperio de Japón se resistía a la rendición y EE.UU.   Inglaterra  estiman una gran confrontación de carácter final en el Pacífico que le facilitara el camino a la ocupación del país oriental.  Las dos potencias citadas habían desarrollado sobre Japón cientos de incursiones aéreas con bombardeos convencionales. Ni la población y el propio gobierno japonés esperaban el uso de un arma  como las bombas A. 
   El  emperador Hirohito y su gobierno de fuerte tono militarista y totalitario no supusieron la catástrofe que se avecinaba, a pesar de las advertencias de sus enemigos expuestas  semanas antes.
   ¿Se pudo haber evitado el ataque nuclear a estos dos conglomerados urbanos, con mayoría de población civil?  ¿Qué costo hubiera tenido, en vidas, de  japoneses  y aliados, principalmente a EE.UU.?  Las interrogantes están  vigentes desde el mismo y fatal 6 de agosto de 1945. Las respuestas han sido y serán con cierta piedad a favor de los caídos en la doble agresión nuclear.
    El punto estratégico  de las fuerzas angloamericanas tuvo su sostén en evitar muertes propias en una lucha tradicional frente a un enemigo dispuesto a todo tipo de sacrificios que, a pesar de su fracaso militar, no pensaba en una rendición total. Consideraban esta medida como una humillación  y ello no estaba en los planes del estado mayor de la conducción de la guerra.
   La grabación del mensaje de rendición del emperador Hirohito fue objeto de intentos de interferir y destruirla por oficiales militares. En ese hecho hubo muertos, quema de viviendas y suicidios.  Según el historiador británico Paul Johnson,  Hirohito reconoció  “lo desfavorable de la evolución de la guerra, no necesariamente ventajosa para Japón y agregaba que “había que evitar la extinción de la sociedad humana” y  Japón “debería sufrir lo insufrible y soportar lo insoportable”
   Johnson sostiene que  “los datos disponibles no sugieren que habría podido obtenerse la rendición sin el empleo de las bombas A.”  Apoya este argumento con los encarnizados  combates en Manchuria y  “la aproximación al umbral nuclear con bombardeos convencionales de 10 mil toneladas de TNT”. 
   Expertos deducen, entre ellos  el profesor  E. J. Hobsbawm,  que además de atacar a  Japón,  EE. UU.  envía una fuerte señal   sobre su  tecnología atómica    la súper potencia emergente, la URSS, (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). El mundo se asomaba a la bipolaridad. La URSS tendrá su primera bomba A en 1949 y la carrera nuclear bélica  será una pesadilla hasta la actualidad.

     

 https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/b2/20181111_Hiroshima_Memorial_Cenotaph-1.jpg/1200px-20181111_Hiroshima_Memorial_Cenotaph-1.jpg

                                           Parque de la Paz. Hiroshima
 La historia de la producción de armas nucleares se remonta aproximadamente a 1939 cuando, en EE.UU. país neutral por entonces,  un físico de origen húngaro Leo Szilard  visitó a Einstein para comentarle que los nazis disponían de expertos en fisión nuclear y que era probable que trabajaran en un proyecto de un arma atómica. Einstein  elevó una carta al presidente Roosevelt mostrando su preocupación y expresó, el premio Nobel, que “el elemento  uranio puede convertirse en una importante fuente de energía”. Esa misiva estaba fechada el 2 de agosto de 1939. A los pocos meses se inicia la marcha hacia la construcción de las bombas bajo el nombre de Proyecto Manhattan y demandó una inversión de 2.000 millones de dólares. Su director científico fue el físico Robert Oppenheimer. Intervinieron otros físicos notables,   exiliados del régimen nazi y una enorme masa crítica local.   En 1942 se logró un resultado significativo: la primera reacción en cadena.
   Los efectos morales y éticos sobre la sociedad humana fueron  diversos, críticos. La génesis de la era nuclear y sus correlatos para la guerra y, eventualmente, para la paz  dieron  origen a comentarios y opiniones en todo el mundo. 
Opinión del diario Río Negro  
 En agosto de 1945, “Río Negro” de edición semanal, dedica dos artículos de tono editorial  luego de lo ocurrido en Hiroshima y Nagasaki. El primero del 16 de agosto titulado ¡Paz! Alude a la salida de la energía molecular para entrar a la era de la energía atómica y propone que “esta llave del mundo sirva para el trabajo constructivo y la búsqueda del progreso”
   El 23 de agosto  con  “Hora de la solidaridad humana”  se refiere al fin de la contienda entre potencias y el restablecimiento de las relaciones internacionales.  Describe el ambiente mundial como de “soledad, tristeza, que las poblaciones de la Eurasia quemada contemplan por el crimen colectivo de la guerra…”
   La ciudad de General Roca,  patagonia argentina,. contaba por entonces con unos 7 mil habitantes y a través de su semanario se informaba de la crisis global.  Los hechos, con su destrucción y muerte  se reflejaban con preocupación  en  las columnas de medio fundado en 1912.
   La planetarización de la información  que llegaría con fuerza en  la era digital en el final del siglo XX tenía, de alguna manera,  su anticipación en la comunicación gráfica valletana con análisis y opinión   de esa actualidad en los estados beligerantes.  
   La tragedia  nuclear se recuerda hoy a los 80 años de ocurrida. “Hiroshima, mon amour”  título de esta  columna se toma de la película  en homónima  del   director francés A. Resnais.   
      En el film se abordan la memoria, el olvido y la apatía frente al pasado.

Nota: esta columna fue publicada por este portal hace diez años. Se reitera , revisada y actualizada como recordatorio necesario ante la información internacional sobre el riesgo nuclear y el uso de armas atómicas para resolver los conflictos.

Juan Carlos Bergonzi. Profesor e investigador en comunicación social.  

ARGENTINA. DIA DE LA BANDERA

  
  

El 20 de junio se conmemora el Día de la Bandera en homenaje a su creador, Manuel Belgrano, quien falleció en esa fecha en el año 1820. Esta conmemoración fue establecida por la Ley 12.361, sancionada el 8 de junio de 1938.
En su afán por dejar el cimiento de una obra trascendente, se desempeñó como abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar, y aspiró al premio de servir a la patria sin otro objeto que el de verla constituida.
Sus contemporáneos destacaron de Manuel Belgrano que, lleno de integridad y talento natural, poseía un juicio recto, una honradez a toda prueba, y un patriotismo puro y desinteresado.
La FADECS celebra esta conmemoración, convocando a la reflexión sobre su importante legado. (Tomado del servicio de Noticias de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina.)
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 Leer este poema en el Dia del Padre es inspirador y sugiere, tal vez,   intentar una  sana reflexión. 

Aquellos domingos de invierno *


También los domingos mi padre se levantaba temprano
y se vestía en medio del frío negro azulado,
después, con manos agrietadas, doloridas
de trabajar semanalmente a la intemperie, hacía
arder los rescoldos. Nadie nunca se lo agradeció.

Yo despertaba y oía el frío astillarse, quebrarse.
Cuando las habitaciones estaban caldeadas, me llamaba,
y lentamente me levantaba y vestía,
temiendo los furores  crónicos  de aquella casa,

Le hablaba con indiferencia, a él,
que había expulsado el frío
y lustrado  mis mejores zapatos.

¿Qué sabía yo, qué sabía yo de los oficios austeros y solitarios del amor?

                                            --------

* El autor del poema es Robert Hayden   escritor, poeta, ensayista y educador estadounidense. Fue designado   Consultor desde 1976 a 1978 en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Un rol que  se conoce como "Poeta Laureado" de ese país. Fue el primer escritor afroamericano en desempeñarse en ese puesto.   


 **El  poema ya fue publicado en este Blog. Dada su amplitud universal, se replica en el Día del Padre de 2025. ¡Feliz dia a los padres !. Juan Carlos Bergonzi, Río Negro. Patagonia. Argentina.

Medio ambiente y forestación

  Despedida al noble sauce

El noble y añoso sauce ha llegado al final de su ciclo. Tal vez fue talado por precaución, ante la creciente debilidad para sostenerse frente a los vientos. No se cuestiona la acción preventiva: la seguridad es prioritaria. Sin embargo, el árbol, en proceso de erradicación, formó parte de un cordón forestal fundacional en una centenaria y hermosa  ciudad del Alto Valle de Río Negro. Argentina.

Durante décadas brindó sombra, contuvo los vientos, ofreció belleza y salud. Cobijó a generaciones de vecinos, fue parte del paisaje cotidiano y testigo silente del paso del tiempo. Ahora, al igual que otros ejemplares que corren la misma suerte, ya no estará.

  Estamos en el mes propicio para plantar especies que lo reemplacen. No   se conoce  si existe un plan en marcha para tal fin. Pero la tristeza que deja el árbol caído debe ser respondida con esperanza: pensar en el tiempo por venir y en la necesidad de actuar. La naturaleza advierte. La respuesta debe ser urgente, oportuna, y para bien de todos.

  



     Ventajas de la forestación en ciudades según IA

  1. Mejora de la calidad del aire:
    • Los árboles absorben dióxido de carbono (CO₂) y contaminantes (como óxidos de nitrógeno, ozono, monóxido de carbono), y liberan oxígeno.
  2. Reducción del efecto isla de calor:
    • La vegetación urbana ayuda a disminuir la temperatura en las ciudades, que tienden a ser más calientes por el asfalto y las construcciones.
  3. Regulación del agua y prevención de inundaciones:
    • Las raíces de los árboles facilitan la infiltración del agua y reducen el escurrimiento superficial.
  4. Mejoras estéticas y psicológicas:
    • El entorno natural promueve la salud mental, reduce el estrés y mejora la calidad de vida.
  5. Aumento del valor inmobiliario:
    • Las áreas arboladas suelen tener una mayor plusvalía y atractivo urbano.
  6. Reducción de la contaminación sonora:
    • La masa arbórea actúa como barrera acústica natural.
  7. Conservación de la biodiversidad:
Proporcionan hábitat para aves e insectos benéficos zonas urbanas

Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina