Despedida al noble sauce
El noble y añoso sauce ha llegado al final de su ciclo. Tal vez fue talado por precaución, ante la creciente debilidad para sostenerse frente a los vientos. No se cuestiona la acción preventiva: la seguridad es prioritaria. Sin embargo, el árbol, en proceso de erradicación, formó parte de un cordón forestal fundacional en una centenaria y hermosa ciudad del Alto Valle de Río Negro. Argentina.
Durante décadas brindó sombra, contuvo los vientos, ofreció belleza y salud. Cobijó a generaciones de vecinos, fue parte del paisaje cotidiano y testigo silente del paso del tiempo. Ahora, al igual que otros ejemplares que corren la misma suerte, ya no estará.
Estamos en el mes propicio para plantar especies que lo reemplacen. No se conoce si existe un plan en marcha para tal fin. Pero la tristeza que deja el árbol caído debe ser respondida con esperanza: pensar en el tiempo por venir y en la necesidad de actuar. La naturaleza advierte. La respuesta debe ser urgente, oportuna, y para bien de todos.
Ventajas de la forestación en ciudades según IA
- Mejora de la calidad del
aire:
- Los árboles absorben
dióxido de carbono (CO₂) y contaminantes (como óxidos de nitrógeno,
ozono, monóxido de carbono), y liberan oxígeno.
- Reducción del efecto isla
de calor:
- La vegetación urbana
ayuda a disminuir la temperatura en las ciudades, que tienden a ser más
calientes por el asfalto y las construcciones.
- Regulación del agua y
prevención de inundaciones:
- Las raíces de los árboles
facilitan la infiltración del agua y reducen el escurrimiento
superficial.
- Mejoras estéticas y
psicológicas:
- El entorno natural
promueve la salud mental, reduce el estrés y mejora la calidad de vida.
- Aumento del valor
inmobiliario:
- Las áreas arboladas
suelen tener una mayor plusvalía y atractivo urbano.
- Reducción de la
contaminación sonora:
- La masa arbórea actúa
como barrera acústica natural.
- Conservación de la
biodiversidad:
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