La obra de Héctor Mutchinick
Por Juan Carlos Bergonzi
Dibujos
creativos, originales, inspirados en lo que el autor veía. La intención fue
construir un testimonio gráfico de una ciudad que progresaba, se transformaba.
Para los ciudadanos, pobladores, niños de esta ciudad valletana fueron y son un
reencuentro. Cada uno quiso verse en algo que le resultaba cercano, conocido.
Esta producción artística era la forma de comunicar su percepción de un lugar que amaba. Le interesaba compartir y estableció su código en esos símbolos memorables. La recepción fue inmediata, aceptada y valorada. Compartir sus trabajos estableció un vínculo que irradió una corriente cultural. Como dice la teoría: cultura y comunicación son inseparables. ¿Influyeron sus labores en la comunidad? Si. Con mucha fuerza y reconocimiento.
Una exposición realizada en su ciudad, del norte de la Patagonia, objeto de sus miradas, fue un éxito de asistencia. Más de tres mil quinientas personas se sintieron identificadas en la presentación. Se desarrolló a continuación una red de simpatías por el autor que reflejaba lo que la mayoría quería; su pueblo su ciudad, donde sus abuelos o padres decidieron sus proyectos de vida.
Héctor
Mutchinick el artista que comentamos no
está entre nosotros. Cuando fue entrevistado en marzo de 1992, más de un cuarto de siglo atrás, tenía
49 años y estaba en la plenitud de su trayectoria. Le preocupaban los cambios y
las decisiones sobre sitios, edificios históricos que podrían perderse con el
llamado progreso. “Las construcciones viejas, las que van a desaparecer”. “Alertar
sobre la pérdida del patrimonio histórico”
Se
definía como un dibujante de “mano alzada” a partir de su observación
minuciosa. “Lo que se ve en General Roca de hoy” (fines del siglo 20). Así es
como plazas, edificios, calles y avenidas
quedaron en sus carpetas para el presente y futuro. San Carlos de Bariloche estuvo entre los
sitios elegidos para sus creaciones.
No pudimos verificar si sus numerosos trabajos se atesoran en el Museo local debido a las circunstancias sanitarias actuales. Sí sabemos que en 2001 el embajador de Israel en la Argentina recibió de Héctor un cartapacio con sus trabajos. El diplomático le pidió permiso para exponer los dibujos en el Museo de la Diáspora en Jerusalén. Un número importante de roquenses y valletanos residentes en Israel deben haber disfrutado de la muestra.
Nieto de inmigrantes llegó a los cuatro años a General Roca, (RN) Su arte silencioso, llamativo y sensible dejó un testimonio de cariño y agradecimiento a la ciudad. Subyace en ese legado un mensaje dirigido a cuidar el patrimonio que conforma la identidad. En su homenaje, su obra, no debe caer en la fragilidad del olvido.
Recreación de “Aquello que amamos” nota publicada en el diario Río Negro el 2 de marzo de 1992. como informe especial, p. 23. Autor JCB
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1 comentarios:
...hermosa obra profesor; un dibujo que se desarrolla entre los pliegues de lo técnico arquitectónico y la urbana fantasía que rememora los lugares que han constituido el entorno escenográfico de la vida de los pobladores de esta ciudad. Una creación tan cercana a la experiencia humana que como usted refiere, garantiza la afectuosa concurrencia.
Ahora, no conozco, salgo poco y no sé si habría continuadores. Está este joven que en el suplemento "Voy" del diario local, dibuja con un estilo que me hace recordar los antiguos libros de de la Cultural Inglesa; dibujos que estaban como un apoyo visual para que se entendiese el texto pero, tan inexpresivos...
En fin, la vida cultural de nuestra aldea globalizada.
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