"Epecuén, está destinado a ser el balneario de aguas minerales más  importante de Argentina" (1925)         

 Por Juan Carlos   Bergonzi

                                      La temporada balnearia*


¿Existía competencia con las playas marítimas de Mar del Plata, Miramar o Necochea? ¿Eran una alternativa  las aguas y clima del Lago Epecuén en el contexto de la segunda década y media del siglo XX? Todo parece indicar que Carhué emergía al menú de sitios de descanso con intensidad superlativa. 

Las    condiciones climáticas,   propiedades curativas, el sol, el aire permitían construir un discurso seductor a los potenciales turistas.

Un  folleto publicado por la Comisión de Fomento (1925)* describe al Lago de Epecuén, también lo denomina Mar, y lo sitúa en” las inmediaciones del pueblo de Carhué”, partido de Adolfo Alsina.

   Brinda como información pertinente los “quinientos kilómetros de la Capital Federal” y   tres líneas ferroviarias.   La temperatura media (en grados C)  del verano  la establece en 22,2; en otoño 15,2;  8, 1 para el invierno y la primavera con 13,8. “Su ubicación,  a los 37º2 de latitud sur, así como su altura (111 metros sobre el nivel del mar) dan a la región un clima agradable y fresco, durante el verano y el otoño, con régimen higrométrico elevado, frío y seco durante el invierno, y lluvioso en la primavera”.

   La conclusión de esas mediciones inducen a considerar al clima “como intermediario entre el marítimo y de altitud”.

  El lector  encontraba un lugar en la provincia de Buenos Aires con características especiales para pensar en una opción   vacacional    con virtudes diferenciales a otras costas del mismo territorio. Se comunicaba un fuerte mensaje de “ventajas sobre otras playas”.  
 Las observaciones climáticas provenían de la “Oficina Meteorológica de 10 años a esta parte”  y la recomendación era no acotar la estada en Epecuén al verano sino a las demás estaciones del año.  
   

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Las "indicaciones útiles" se extendían al bañista de invierno. Las mejores fechas fuera del verano eran del 30 de marzo al 30 de mayo, con "baños calientes de bañadera".

Se describía ese lapso  donde "los días son de una belleza incomparable iguales a los mejores de Córdoba, La Rioja o Rosario de la Frontera (en Salta). 

"Toda la región de Carhué y el Lago de Epecuén era "de clima seco, uniforme, sin las variantes termométricas de las playas de mar, donde en un día se experimentan temperaturas diversas y extremas". Luego con animada discursividad publicitaria, confrontativa con la competencia decía: " La humedad de la atmósfera que reina en esas playas, no es la indicada de manera alguna  para las enfermedades de los bronquios, del pulmón, el reumatismo, el artritismo, y es notoriamente  malsana en general para todas las enfermedades de los niños"

Se aclaraba las ventajas  de Carhué: "clima seco como el indicado para el tratamiento y cura de todas estas enfermedades".   

No había dudas en los fundamentos dirigidos a persuadir: "la atmósfera  clara y diáfana y el aire puro cargado de sales marinas, de oxígeno y ozono, que rodean el lago, hacen que la salud sea completa, haciendo revivir, en el cuerpo humano, las mejores energías y las actividades propias de una sana juventud".

Por último se ratificaba   "muy conveniente tomar 21 días de baños, sin perjuicio de prolongar la estada por todo el verano". 

Esto se decía, con argumentos sólidos y por especialistas, casi cien años atrás. 


 *Este nota fue publicada en este mismo sitio en 2017. Se pueden consultar  otras de una serie sobre las propiedades y virtudes de Lago Epecuén con uso de la fuente citada abajo.

**Comisión de Fomento de Carhué: Presidente Arturo D. Vatteone; Ramón Razquin y Lucas Torres, vocales. Establecimiento Gráfico Argentino. 1925. Buenos Aires

 


Muerte de San Martín, 1850

                        Aniversario de la muerte del General San Martín



     "Cruzando la medianoche de San Lorenzo el jefe de los Granaderos a Caballo se dio cuenta de una rara coincidencia: ya era 3 de febrero. Su padre hubiera cumplido ese día 84 años. Y si la emboscada fallaba y los españoles desembarcados del Paraná tenían pericia y buena suerte, aquel podía ser también el último día de su vida" (*)

      La reflexión, en la profundidad de la noche horas antes de   la batalla de San Lorenzo, pertenece al hombre que la historia argentina  ha llamado padre de la Patria. La fecha, hoy 17 de agosto, ha caído en la movilidad de los feriados nacionales. 

     La cita está tomada de un laborioso libro titulado La Logia de Cádiz (2008 p.109) y su autor es Jorge Fernández Diaz 














56º Aniversario del golpe de Estado contra el Presidente Illia

                    ILLIA 1963-1966 . El Presidente olvidado


El 28  de junio de 1966 fue destituido el Presidente de la Nación Argentina, doctor Arturo Illia. En la actualidad este hecho pasa casi inadvertido y se lo recuerda como una anécdota de la historia institucional. 

Los años anteriores a esta fecha fueron destinados por los conspiradores a preparar a la sociedad civil para recibir la ruptura constitucional: debía ser   algo natural, previsible. Indispensable para el bien de la Patria. 

Una gran operación de medios, con preferencia gráficos, conducidos por expertos presentaban,  con fórmulas comunicacionales modernas para la época, un repertorio de debilidades de la gestión del presidente. Luego su figura  fue objeto de mensajes dirigidos a convertirlo en un hombre ineficiente, lento en las decisiones, sin personalidad  y otras caracterizaciones  peyorativas que penetraron con fuerza en la sociedad y, en particular, en  la clase media que admitirá con entusiasmo los contenidos.  

La honestidad y probidad de Illia, su seriedad y sentido republicano no fueron suficientes para detener el proyecto golpista. "La teoría del golpe de Estado permanente"  funcionó   y un grupo de militares, en nombre de la FF.AA. tomó el poder por asalto en la Argentina. 

En esos días, en la carrera de Periodismo de la UNLa Plata, el profesor de la cátedra Historia Argentina Ataúlfo Pérez Aznar dedicó la clase al golpe. Quedó grabado en las conciencias de los jóvenes alumnos  reflexiones sobre lo ocurrido: el error de la FF.AA. "no estaban pautadas para gobernar y las consecuencias fatales de su acción"; todo en el marco del inolvidable y valiente momento académico que instaló el docente.

El mandatario  expulsado de la Casa Rosada, en  aquella madrugada fría y oscura de 1966,  es ahora un ejemplo nostálgico de honestidad y seriedad en el ejercicio del cargo de Presidente de la  Nación. 

Vale la pena recordarlo. La historia es un tejido continuo.


 El 28 de junio de 1966, antes de abandonar  la Casa Rosada declaró ante el Escribano Mayor de Gobierno los siguientes bienes: su casa y su consultorio, tres trajes grises y un traje negro, dos sacos sport, tres camperas, cuatro suéteres, ocho camisas de vestir, cuatro camisas manga corta, diez pares de medias, tres pares de zapatos negros, un par de chinelas, una salida de baño, diez corbatas, un perfume, dos peines y un maletín. Sin automóvil propio:  lo había vendido. 


Día del Padre y sana meditación


Aquellos domingos de invierno *


También los domingos mi padre se levantaba temprano
y se vestía en medio del frío negro azulado,
después, con manos agrietadas, doloridas
de trabajar semanalmente a la intemperie, hacía
arder los rescoldos. Nadie nunca se lo agradeció.

Yo despertaba y oía el frío astillarse, quebrarse.
Cuando las habitaciones estaban caldeadas, me llamaba,
y lentamente me levantaba y vestía,
temiendo los furores  crónicos  de aquella casa,

Le hablaba con indiferencia, a él,
que había expulsado el frío
y lustrado  mis mejores zapatos.

¿Qué sabía yo, qué sabía yo de los oficios austeros y solitarios del amor?

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* El autor del poema es Robert Hayden   escritor, poeta, ensayista y educador estadounidense. Fue designado   Consultor desde 1976 a 1978 en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Un rol que  se conoce como "Poeta Laureado" de ese país. Fue el primer escritor afroamericano en desempeñarse en ese puesto.   

Leer este poema en el Dia del Padre es inspirador y sugiere, tal vez,   intentar una  sana meditación. 

 






  

Trenes: el sueño eterno


Formación de carga en la década de 1960

 

El carguero marcha desde  Bahía Blanca  por el ramal General La Madrid que conecta con Plaza Constitución en la Capital Federal. La imagen muestra que va sin carga, con   puertas abiertas. La ruta férrea que transita está en uso en la actualidad. Fue construida en el siglo XIX .

Desde la desarticulación de la enorme red ferroviaria entre  1976-1992, en períodos dictatoriales y democráticos, los FF.CC. siempre están en el recuerdo de la sociedad argentina. Provocan nostalgia, tristeza por un medio de intercomunicación perdida; pueblos abandonados, aislamiento  y, siempre, el sueño de una reactivación que superará el duelo por la disolución del entramado de rutas ferrocarrileras de más de 45.000 km. 

Los trenes y trayectos aptos para la carga se concesionaron y algunos quedaron de nuevo en manos del Estado. Se mantuvo el servicio en el AMBA. Las añosas vías resisten y facilitan a las formaciones transitar  con parsimonia por el territorio nacional. También algunas de pasajeros revividas por la fuerza de iniciativas ciudadanas. 

La grave decisión de no mejorar, consolidar y modernizar los trenes fue una medida dramática para la economía estructural: se concretó sin ofrecer alternativas. Así quedamos, en modo espera.  

No es un tema de la agenda comunicacional;  no se debate la vigencia de un sistema de FFCC apto para  un país agro exportador. 

Sin rutas apropiadas ni trenes la “nave va”. 

*Las fotos fueron tomadas  en la zona de Coronel Suarez  

  

 

 

 

 

 


CARHUE: Buenas intenciones

                       MEDIO AMBIENTE Y DISFUNCIONALIDADES  

                                  

   En la avenida Colón, en dirección al Lago Epecuén, la administración municipal advierte, mediante carteles, sobre la conveniencia de no elevar a niveles altos el sonido de los equipos de audio que suelen utilizarse en ese espacio de encuentros familiares y amistosos.

   En realidad   aconseja, sugiere  o  más bien "prohíbe" los excesos de   sonido que superen lo razonable y  que, naturalmente, provocan contaminación sonora. Se cita  una ordenanza municipal que lleva el N.º 2527 de  2001  donde previene que al  no respetarse lo pautado en la norma se "infraccionará a los responsables". Para reforzar la argumentación      recuerda   "no todos compartimos el mismo gusto musical"

  Observar el conjunto de señales (señalética)   es muy alentador: informan del cuidado del medio ambiente. En este caso la contaminación sonora. Se dice que el silencio   será  considerado  como uno de  los bienes más preciados por la sociedad humana. 

   En ocasiones se percibe que vamos en sentido contrario. 

   Lo narrado sobre la avenida Colón en Carhué es una fortaleza de la ciudad. Los hábitos de convivencia basados en el respeto a los demás son clave para afrontar el día a día y la concordia cívica. 

   Una ciudad turística con rasgos cosmopolitas lo merece. Comprender  el medio ambiente incluye, inexorablemente, revisar todas las variables que lo deterioran y afectan la salud y tranquilidad de sus habitantes. Ello en todos los ámbitos públicos. Hace más de dos décadas fue pensada la ordenanza   comentada; es seguro que su redacción fue hecha  con las mejores intenciones. 

 

La Plata, universidad, amigos y ausencias

 Una foto de fines de la década de 1960. Una casona en La Plata impregnada de  historias inolvidables que persisten en la memoria. La instantánea deja ver rostros que para la mayoría de los lectores de este sitio no tienen significado. Apelamos al ciberespacio para que quienes reconozcan los actores de este encuentro, tengan un momento de recuerdo para ellos. 
De izquierda a derecha Germán H. Rodríguez, Abel J. Maugeri, Carlos D. Maugeri. Mira la escena, sonriente, Hugo López.  Los tres primeros ya no están, partieron. Germán, hace pocas semanas.

 Los que tuvimos la fortuna de interactuar con ellos los guardamos en nuestros corazones. Amigos nobles, sensibles y leales que no pueden ser olvidados.

Carhue- Lago Epecuén. Verano de 2022

El árbol, un añoso eucaliptus, ha quedado como persistente testigo de la gran inundación de 1985. Resistente, cubierto con las sales del lago ofrece su presencia como símbolo de la sobrevivencia a la catástrofe. No lejos de de ese sitio están las ruinas de la villa Epecuén.

El lago sigue siendo majestuoso y con el reconocido   "poder curativo de sus aguas" como se suele recordar y también comparar con el Mar Muerto que limita con Israel,  Cisjordania y Jordania.  

El lago o Mar de Epecuén  está en la Argentina, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, en las inmediaciones de la ciudad de  Carhué.


Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina