MEDIO AMBIENTE Y DISFUNCIONALIDADES
En la avenida Colón, en dirección al Lago Epecuén, la administración municipal advierte, mediante carteles, sobre la conveniencia de no elevar a niveles altos el sonido de los equipos de audio que suelen utilizarse en ese espacio de encuentros familiares y amistosos.
En realidad aconseja, sugiere o más bien "prohíbe" los excesos de sonido que superen lo razonable y que, naturalmente, provocan contaminación sonora. Se cita una ordenanza municipal que lleva el N.º 2527 de 2001 donde previene que al no respetarse lo pautado en la norma se "infraccionará a los responsables". Para reforzar la argumentación recuerda "no todos compartimos el mismo gusto musical"
Observar el conjunto de señales (señalética) es muy alentador: informan del cuidado del medio ambiente. En este caso la contaminación sonora. Se dice que el silencio será considerado como uno de los bienes más preciados por la sociedad humana.
En ocasiones se percibe que vamos en sentido contrario.
Lo narrado sobre la avenida Colón en Carhué es una fortaleza de la ciudad. Los hábitos de convivencia basados en el respeto a los demás son clave para afrontar el día a día y la concordia cívica.
Una ciudad turística con rasgos cosmopolitas lo merece. Comprender el medio ambiente incluye, inexorablemente, revisar todas las variables que lo deterioran y afectan la salud y tranquilidad de sus habitantes. Ello en todos los ámbitos públicos. Hace más de dos décadas fue pensada la ordenanza comentada; es seguro que su redacción fue hecha con las mejores intenciones.
Twittear
4 comentarios:
Esa y otras ordenanzas con el mismo proposito parecen ser un deseo de buenas intenciones y nada mas 🤷♂️
Normas elementales de sana convivencia que ni siquiera debiesen existir por innecesarias, en tiempos en que prevalece el individualismo egoísta nos obliga a reclamarlas para que el bien de todos prevalezca por sobre la voluntad de algunos. Muy lamentable!
Durante el verano en la calle Colon el bochinche es infernal
Si quiere vacacionar en Carhue busque hospedarse lejos del lugar
El título nos habla de un bien universal, el silencio, y el no cumplimiento de una norma, referida en la “disfuncionalidad” o “disfuncionalidades”, para sentirnos incluidos. Es disfuncional si no contribuye a la armonía y el progreso del orden social.
No es necesario explicar la relación entre medio ambiente y silencio, de hecho lo hace el propio cartel: “no todos compartimos el mismo gusto musical”. Confieso, me desorienta un poco, no es una cuestión de estilos, sino de decibeles.
Los posteos, anónimos y no, nos hablan de un incumplimiento egoísta del respeto a ese bien universal, el silencio. Y pienso en la célebre definición “se acata, pero no se cumple”. Las razones eran otras, recomiendo leer a Félix Luna (https://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/Se_acata,_pero_no_se_cumple).
Pero, el resultado es el mismo.
Nadie destruye el cartel, por invasivo de nuestro derecho al disfrute, desconocemos si alguien interpuso reclamo alguno ante la autoridad en ese sentido, y, sin embargo, el ruido continúa. El cartel es un testigo mudo.
Los habitantes, despojados de un bien y obligados a convivir sin normas; los equipos de sonido, mal utilizados, convertidos en objetos manipulados por convecinos a los que nada alcanza, ni el riesgo de una sanción, ni la deseable capacidad de reflexión.
Publicar un comentario