Canal principal de riego en el Alto Valle de Río Negro. Mayo 2021
Por Juan Carlos Bergonzi
A fines de
abril se puede observar la disminución progresiva del caudal del canal principal cuya agua estuvo destinada a
la irrigación integral del Alto Valle de Río Negro. Es una clausura
transitoria, prevista en el servicio que
administra un Consorcio de Riego. El
ciclo de otoño-invierno sin riego es parte de del entendimiento
biológico en este valle fértil que llegó a tener en producción entre 60 y 70
mil hectáreas.
El canal ha
proveído agua más de
un siglo. Es una historia compartida con obras hidráulicas extraordinarias,
planes de desarrollo, visión estratégica para el crecimiento y personas que se dedicaron
y lo hacen actualmente a cultivar la
tierra de este espacio del norte patagónico. Un
“oasis agrícola” como lo definió
la memorable publicación El
País de los argentinos.
La vuelta del
agua será en la primavera y se verá otra vez un caudaloso “río” que atraviesa las ciudades y le da un marco de
abundancia que, en ocasiones, no se suele considerar como un capital invaluable.
El canal principal recibe el agua del río Neuquén, en una bocatoma cercana al
Dique Ballester. Ese río turbulento en
épocas de lluvia tiene su contención en el dique citado y, además de brindar el
elemento vital para el riego, se une con el Limay y juntos integran la
Confluencia y dan nacimiento al río
Negro que recorrerá más de 600 kms. para llegar al mar donde antes pasa entre dos
ciudades: Viedma y Carmen de Patagones.
El canal de
riego es una obra hidráulica digna de
figurar en los emprendimientos más destacados de la Argentina. Tiene 130 kms y
su destino final será Chichinales. Se comenzó a construir en 1911 y se
concluyó en 1928. Del canal salen canales terciarios y otros tantos
cuaternarios o hijuelas a fin de regar las chacras.
En las ciudades
que atraviesa se han construido en sus márgenes verdaderos parques lineales con
sendas para caminantes, gimnastas; se han instalados juegos para niños y mini
praderas con césped prolijamente
mantenido; los irrigadores en funcionamiento y el sol cayendo al oeste brindan
una verdadera sinfonía de colores y movimiento.
Está este canal
naturalizado en el registro visual de los vecinos que se apropian del lugar con
las ventajas de estar en contacto armónico con la naturaleza. Con o sin agua el
extenso entorno del canal sigue poblado de gente: es parte del patrimonio
cultural de los habitantes, de las ciudades.
La obra monumental de principios de siglo 20 es un testimonio de la
tenacidad.
Es difícil imaginar en la segunda década de la centuria 21 cómo fue el movimiento de la tierra, la
nivelación, herramientas, los trabajadores, técnicos e ingenieros; la circulación del agua y que todo sirva y
funcione por cien años.
Una seria
reflexión podría resultar inspiradora.
Título de la nota; Canal principal de riego en el Alto Valle de Río Negro. Mayo 2021