ANIVERSARIO DEL HOSPITAL LOPEZ LIMA Y UN AVISO EN UN DIARIO DE 1950

El  Hospital Regional de General Roca, cumple en 2021 el 60º aniversario de su fundación. Es uno de los más importantes de la provincia de Río Negro. 

Lleva el nombre de Francisco López Lima, un  médico radicado en esta ciudad del Alto Valle a fines de la década de 1930.  Graduado en medicina en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) ejerció su profesión por treinta años. 

Fue el primer director del Hospital hasta 1964.

Obtuvo el reconocimiento de la comunidad por su espíritu de servicio y dedicación plena e ininterrumpida en las ciencias y artes de sus saberes.

La designación con su nombre del Hospital Regional en General Roca ha sido y es  un mensaje de admiración  y homenaje a su labor. 

El diario roquense El Tribuno, en su edición del 16 de junio de 1950 publica un aviso del Dr. Francisco M. López Lima donde ofrece sus servicios profesionales como médico cirujano. 

El lugar de atención estaba en la calle 25 de Mayo 326 y el número de teléfono era el 71.  



    Esta pequeña reseña junto con el anuncio del diario roquense El Tribuno del lunes 19 de junio de 1950 se unen para recordar y tener presente a uno hombre destacado y comprometido con su tiempo. Coincide con la celebración del 60º aniversario del Hospital público de la ciudad de General Roca, Argentina. 

El libro cuya tapa y contratapa se observan es producto de un equipo de investigación en periodismo y comunicación de la Universidad Nacional del Comahue, Argentina. Este conjunto de docentes trabaja en temas relacionados con la cultura y comunicación desde 2001. Llevan veinte años ininterrumpidos  en el desafío de indagar cambios y progresos en cómo se comunica la sociedad humana a través de medios tradicionales y nuevas plataformas surgidas de la era digital. 

Nuevas Narrativas en Periodismo. Consumo, producción y circulación de noticias por Internet  comprende doce capítulos donde se analizan o comentan la relación de las redes sociales con el norte de la Patagonia, el periodismo digital en la región, la identidad visual de los medios de la región, las nuevas narrativas en los medios digitales de la Argentina, experiencias periodísticas  nacionales en Twich y Tik Tok . Los autores se interrogan sobre los nuevo en los viejos medios.

Dado que son docentes universitarios escriben sobre la producción transmedia en las aulas de Periodismo Digital en la carrera donde son profesores dictantes. La pandemia  y las condiciones laborales está presente. La convergencia de los medios locales, el mundo de los foristas. Del dial-up y el ciber al clic y la multipantalla. El último capítulo está dirigido a los comentarios de un diario neuquino y el debate por la ILE.

El menú traduce una fuerte actualidad y interrelación  entre medios, periodistas, usuarios de contenidos, empresarios, estudiantes y, naturalmente, público en general. Los autores explican que el Laboratorio Transmedia de la Patagonia ha sido la herramienta que permitió la construcción de este libro. 

Se puede considerar la producción como un mérito saliente de trabajar en equipo, incorporar estudiantes y en agregar otro texto dirigido a brindar elementos de ayuda, surgidos de la investigación, a quienes transitamos la sorprendente revolución de la tecnología de la información  y su efecto en la transmisión de contenidos simbólicos. 

Disponible en: http://medialabpatagonia.org/wp-content/uploads/2021/09/Nuevas-Narrativas-Rost-Bernardi-Bergero.pdf


10 de noviembre, Día de la Tradición en Argentina

  La fecha elegida para celebrar el Día de la Tradición  se relaciona con el nacimiento de José Hernández, autor del Martín Fierro o El gaucho Martín Fierro (1872). La Universidad de Buenos Aires por medio de su entonces poderosa editorial publicó desde 1962 y hasta 1970,  más de  200 mil ejemplares. 

 

Esta portada de la  edición (1970)  se ofrece como recordatorio del legendario texto   está ilustrada por Juan Carlos Castagnino. La publicación, tipo revista   28 por 39 cms., fue un lujo  para los lectores. Se vendía también una versión  con cubierta de cuero. Pertenecían a la serie del Siglo y Medio de Eudeba.

La editorial universitaria en esos años no estaba en su apogeo. La auto designada "Revolución Argentina", surgida con la destitución del presidente Illia en 1966, le quitó presupuesto y apoyo a ese emprendimiento (Eudeba).

 Antes de esa decisión del gobierno de facto  marchaba a convertirse en una de las más relevante editora de libros, en idioma español, de  América latina


.El 10 de noviembre de 2021, no tuvo la resonancia esperada. Fue débil,  con escasa o nula difusión en  medios masivos  y  plataformas digitales. 
En los últimos versos del poema gauchesco  Hernández le hace decir a Martín Fierro   "es la memoria un gran don, calidad muy meritoria..."  (Fuente: José Hernández, Martín Fierro, con ilustraciones de Juan C. Castagnino. 1970 Eudeba. Argentina)

Muerte de un expresidente

 

 El 31 de marzo de 2009 falleció el  expresidente Raúl Ricardo Alfonsín. lo que  sigue a continuación fue escrito dos días después. Evoca el estilo  personal, comunicativo  en el contexto de la campaña. Los comicios del 30 de octubre de 1983  lo consagraron presidente electo. Han pasado casi cuatro décadas de aquel hecho memorable. Vale la pena recordarlo.

 

ALFONSÍN EN EL ´83


La joven mujer se emocionó aquella memorable tarde de primavera de 1983 en el Club del Progreso de General Roca. Sus lágrimas no le impidieron seguir con atención las palabras cálidas, apropiadas, pacíficas y enérgicas del candidato. Era su primera experiencia en el campo de las ideas políticas. Escuchó y lloró. Su corazón se conmovió. "El hombre que hace falta" la invitaba a "entrar a la vida", a comenzar el cambio anhelado de su patria. Este caso representa a miles ocurridos en el territorio argentino.

La capacidad comunicativa de Raúl Ricardo Alfonsín no tuvo precedentes en la Argentina política desde 1983. En la campaña electoral, durante la agonía del poder militar, el ex presidente expuso una nueva forma de intercambios verbales y de registro de la realidad imperante

Propuso que los comicios de octubre no serían una salida electoral sino un ingreso sano, vigoroso, a la vida republicana; con su voz armoniosa repetía el preámbulo de la Constitución y así definía una perspectiva superadora. Regresaba a las fuentes y la historia nacional les abría, a él y al país, sus páginas sin otras condiciones que cumplir con las establecidas en la ley fundamental.

La elección de octubre fue libre, sin proscripciones. Un logro de una sociedad que desde 1955 se debatía entre gobernantes de facto y breves intervalos del Estado de derecho derrumbados bajo el peso de las conspiraciones cívico militares.

El triunfo de Alfonsín con el "Ahora Argentina" sugirió el acceso a un futuro promisorio. El presidente muerto entendió que la rivalidad con el peronismo debía entrar en extinción. Era necesario no insistir en las lamentaciones y descalificaciones sobre el fenómeno de masas surgido en 1945. El "ahora Alfonsín" con las manos entrelazadas connotaba ese razonamiento.

Cuando reiteró hasta el cansancio los postulados constitucionales ratificó esa intención. La bisagra a la historia no fue sólo una figura retórica. Invitaba a sumarse, incorporarse al torrente político para proponer, avalar, determinar, elegir. Y situar la preferencia superlativa, en la intimidad del cuarto oscuro, en el "hombre que hace falta".

La campaña de 1983 fue brillante, ingeniosa, moderna. Los adversarios no entendieron la nueva dinámica comunicacional de la década. Poseían una decodificación aberrante de los estilos y demandas posdictadura. No interpretaron el deseo colectivo de salir, en paz, del tiempo de oscuridad que atormentó a la sociedad durante largos años.

La confrontación gritona o las acciones distantes a un camino de encuentro con las instituciones republicanas fueron excluidas. Fue una estrategia para una instrumentación práctica del pensamiento genuino del candidato

"Sin usted no habrá país". "Participar para elegir y ser elegido" o temas dirigidos a mejorar la calidad de vida como "vivienda, jubilación, salud, trabajo para todos" no constituyeron, tal vez, grandes novedades en la trama discursiva. Cómo y quién lo dijo es el punto clave para dimensionar el poder de fascinación que irradiaba el emisor de los mensajes.

Alfonsín entendió la dimensión de los medios vigentes en 1983. Le asignó a la comunicación política el tono de convencimiento en los valores democráticos. Advirtió como nadie el contexto crucial del debate. La guerra de Malvinas, los pactos espurios, la infra alimentación, la educación, desocupación creciente, el servicio militar y los derechos humanos fueron ejes con contenidos verosímiles. Había seguridad y fuerza en la palabra del candidato en su transmisión oral, televisiva, cinematográfica. Alcanzó a desarrollar y profundizar la empatía como un privilegiado.

Agobiada por los autoritarismos, alocuciones denostativas e insultantes, la mayoría lo recibió como el hombre destinado a conducirla y conquistar los relegados sueños de grandeza.

Su muerte deja más sola a la sociedad pero remite a aquellos días de esperanza. Es inevitable. Al margen de la decisión de cada uno en el acto electoral de octubre de 1983.

JUAN CARLOS BERGONZI (*)

* Especial para  Río Negro 2 de abril de  abril de 2009

 https://www.rionegro.com.ar/alfonsin-en-el-83-JJHRN123864095245/

A quince años de un hecho clave para una ciudad del Alto Valle rionegrino

          Comunicación, pertenencia e identidad  *

   En 2006 se inauguró un monumento a la manzana en la ciudad de General Roca, provincia de Río Negro. Argentina. Por ese entonces la ciudad vivía una época de cambios urbanos, culturales y económicos. Presidía la administración municipal  Carlos Soria (2003-2011). Titular del poder ejecutivo provincial lo desempeñaba Miguel Saiz (2003-2011)  y la presidencia de la Nación era conducida por Néstor Kirchner (2003-2007).  

  Dentro de las transformaciones urbanas en la ciudad se destaca la inauguración del simbólico monumento a la manzana en febrero de 2007. 
El 1º de septiembre del mismo año, el diario Rio Negro dedicó  un artículo  en un suplemento dedicado al aniversario de la ciudad.  

Por juan Carlos Bergonzi              

     El símbolo que ratifica la vinculación no excluyente de una fruta milenaria con una sociedad que vive de ella. También sugiere una vuelta de la ciudad al centro del esfuerzo productivo que caracteriza al Alto Valle. 

    

  El monumento a la manzana en Roca quiebra con las formas conocidas de representar algo en un punto de la ciudad. Tal vez lo más arriesgado que conlleva es proponer simbolizar el fruto de la tierra  que posibilita trabajo y progreso a tantos habitantes  de este espacio   urbano y rural con la fundación señalada en 1879. 

La construcción del símbolo-homenaje fue gradual y atravesó instancias que permitieron la observación directa de la secuencia del armado, que cerró con la inauguración compartida por miles de vecinos en una cálida noche de febrero.

  En el tiempo constructivo fue donde comenzó la apropiación de la obra por los pobladores: se advirtió, desde su misma génesis un interés que trascendía la sorpresa o la curiosidad sobre qué forma tendría su resolución. Una incógnita que, despejada, acarreó aprobación en la mayoría y desestimaciones en otros que no reconocieron la combinación de la base - la flor- , el eje y los brazos que se elevan;  el agua, los irrigadores laterales –álamos- que la circundan. Los colores rojo y verde proyectados desde la fuente hacia la brillante estructura  de acero inoxidable. O los efectos que sobre su figura provoca el sol en los atardeceres valletanos.

   La subjetividad es inherente al sujeto pensante y por suerte aún se puede manifestar. En este caso, el objeto de análisis admite las diferencias de gustos estéticos y la representación que pretende encarnar es, desde la creación artística, un símbolo que afirma y ratifica la vinculación -no excluyente- de una fruta milenaria con una sociedad que, mayoritariamente, gira en torno a su cuidadoso cultivo.      

   Erigido en la intersección de la avenida Roca y el paseo del Canalito sugiere la vuelta de la ciudad al centro del esfuerzo productivo del Alto Valle. Resignifica el valor del trabajo de hombres y mujeres con  la fruta y de los galpones, pequeños chacareros y grandes productores. De todas las personas que integran la enorme red que es la fruticultura.  
En este caso la simbología trasciende ciertas reglas de clasificación económica. Unifica y reconoce. Agrupa y provoca el acercamiento al fortalecer las débiles señales identitarias que la frivolidad tiende a eclipsar.

¿Es reduccionista admitir una sola expresión como arquetipo de lo que ocurre y expone la urdimbre del cuerpo social de Roca? Sería poco virtuoso no aceptar esa legítima inquietud. Pero, como un hecho claro de comunicación y cultura, la obra del arquitecto reginense Martín Frullani, expone con visibles soportes de calidad, la vieja y persistente interacción del hombre con la tierra. De hombres y  mujeres con su cultura.
   

Los roquenses, por acción o no, están emparentados con este fruto, mítico, delicado, selecto, suave; de aroma inconfundible. Está incorporado a la intimidad de sus cosas más preciadas.
El monumento, con su bello diseño, así lo define y sintetiza. 


*Publicado por el Río Negro el 1º de septiembre de 2006. General Roca, Rio Negro. Argentina
     

Mala noticia: acequia fundacional sin agua


   

                                
                                 CUIDAR EL LEGADO               


La acequia que se origina en el entorno de la Central Hidráulica Roca, calles Buenos Aires y Gadano   sufre una interrupción en el suministro de agua en la avenida Mendoza y desde ese punto  hasta casi la calle Jujuy.
Ese pequeño acueducto  que corre paralelo al llamado Canal Principal ya no cumple su función originaria: irrigar parcelas de tierra cultivadas. Sólo pretende dar agua a un antiguo cordón forestal que lentamente se está apagando sin vistas a su renovación.  

 


               

Se puede observar, si se camina por el paseo, sobre la ribera sur del Canal principal,  el cierre  de este servicio como consecuencia  de la obra de asfaltado que conectó las arterias  Jujuy con Mendoza (Prolongación de Chubut).En algunos tramos se tapó la acequia y en otros se dejaron montículos de tierra con ripio que interfieren la marcha del elemento agua. Hay  un gran tramo en dirección a Jujuy donde la acequia fue erradicada, no obstante contarse hasta la fecha, con una formación arbórea.

Los vecinos han sugerido construir un by pass  antes de llegar su traza a Jujuy y que el agua circulante derive en el canal principal. Una obra que no se concreta y que la empresa que asfaltó debió solidariamente construir. Es obvio que hubo una ponderación del problema desfavorable con el destino de los árboles.

El bello y cuidado paseo del parque lineal, en ambas márgenes del Canal,  merece

                Excelente  instalación  en el Canal Grande. Acercamiento informativo valioso

contar con   rastros del modelo de irrigación a chacras y parcelas donde la producción frutícola daba brillo a la comunidad roquense. Se trata de ver las cosas con criterios de identidad, pertenencia, orgullo y, de alguna forma, homenaje en el tiempo  a los que participaron en esa formidable obra  de regadío. 

Hay provincias en la Argentina que hacen culto de estas cuestiones  y   maravillan al turista o viajero. ¿Por qué  no rescatar lo propio, cuidarlo, atesorarlo y brindar mediante señalética información sobre el tema? 

En el paseo del canal se han colocado carteles con datos sobre árboles. Una encomiable iniciativa que debería continuar con lo aquí planteado. General Roca es una ciudad de referencia y se destaca por acciones dirigidas al crecimiento sostenido y amigable con sus habitantes.

Conservar pequeños, pero memorables, registros de lo hecho por otros  que nos precedieron debería  considerarse. Es un legado a salvo de  disonancias.  Coincide esta reflexión con la preservación de medio ambiente  objeto en estos tiempos de circunstancias muy irregulares que lo golpean a escala planetaria  con visible  dureza.

Crónicas del Covid-19 . La pandemia en su primer año. Un libro para atesorar

     


                                

Escribir sobre una calamidad que cayó sobre el planeta, como una suerte de final de los tiempos, no es una tarea  para débiles en el modo   persistencia y convicción. Si  se carece de firmeza o constancia mejor no acometer un desafío semejante.

 En este libro, Bitácora de la Pandemia,  el autor propone recorrer la tragedia experimentada en el primer año de su llegada. De acuerdo con   modelos de la investigación, acota su incansable labor. Ha trabajado días y noches sin descanso y hasta soportando el virus en su propia humanidad.

 Lo llamativo de estas crónicas del Covid-19 lo  constituye la mirada global.   El hogar del redactor está en un pueblo de siete mil habitantes asentado en el Departamento de Caseros, provincia de Santa Fe, Argentina. Esta pequeña ciudad está al suroeste de lo  que dio en llamarse “pampa gringa”. Un inmenso y fértil espacio destinado al cultivo de granos, ganadería, industria lechera, entre otras diversidades relacionadas con la madre tierra.  

En ese  imponente marco geográfico  está Chabás  donde el autor de este libro, Horacio Deluca, graduado en Periodismo y Comunicación y en Historia por la Universidad Nacional de La Plata se impuso   esa práctica de riesgo, como diría el maestro Borges: escribir.

Bajo esa impronta  registra lo que ocurre en su querido pueblo con sus   vecinos, instituciones. La cercanía lo agobia con la  partida  de amigos, conocidos y familiares. De pronto no habitan mas aquellos  que  ayer estaban  en contacto cercano o distante: la dureza de esas pérdidas lo conmocionan pero no deja de sentarse frente a la pantalla de su ordenador.

Está frente al drama de su pueblo, de su provincia y país. Relaciona los hechos y el avance de la pandemia con otros similares ocurridos en lugares remotos. Compara datos, publicaciones, análisis  científicos, resultados. El texto se convierte en planetario, universal. El crecimiento del contagio y sus consecuencias están descriptas. La incertidumbre también.  

El Senado de la provincia de Santa Fe declaró el testimonio  al  libro “de interés”. La decisión de los parlamentarios anticipa el valor documental que conlleva. Porque convengamos, la transmisión de información  de situaciones emocionales, solidarias, algunas disonancias ciudadanas están reflejadas con paciencia y objetividad.

 Desde su aparición, el libro, ya pertenece a la historia social y cultural de la Pandemia Covid-19. Horacio Deluca, su autor, tuvo la claridad conceptual para agregar al patrimonio de su ciudad esta gran crónica con epicentro en Chabás. “Su lugar en el mundo” como él lo define.  

El excelente diseño de la portada y general es de Fanny Inés Fanelly, co -directora del periódico Millennium de Chabás y Franco Centanni  responsable de la vista aérea del pueblo. Fue impreso por cb Ediciones, en Rosario. Argentina. 

Está disponible en EmilioLibrería  https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2921683211413392&id=100007152250271&sfnsn=scwspwa

 

 

UNA REFLEXION DE SAN MARTÍN A LAVALLE

    

                      

     La muerte por fusilamiento del joven gobernador de la provincia de Buenos Aires, coronel Manuel Dorrego es, aun, un crimen que conmueve la historia de la Argentina. 

     El hecho, considerado por el escritor José Pablo Feimann "el primer golpe de Estado" a pocos años de declarada la Independencia, espanta por la forma en que se concretó luego del derrocamiento de Dorrego a manos de un ex compañero de armas, Juan Lavalle. 

     Influenciado Lavalle, luego de la destitución del gobernador legítimo, por medio de cartas y misivas redactadas por hombres de leyes decide de manera vertiginosa   "intimarlo a morir en el plazo de una hora", acción que se cumplirá inexorablemente  el 13 de diciembre de 1828 a las dos y media de la tarde en Navarro, provincia de Buenos Aires. 

    Lavalle asume su responsabilidad y la muerte de Dorrego lo atormentará; torturará toda su existencia. Encarnaban  dos concepciones políticas distintas. Según la historiadora Lily S.de Newton "uno el federalismo rudimentario y el otro el unitarismo utópico" 

     Los corresponsales de las  cartas, demandando la pena capital para el coronel Dorrego, pidieron a Lavalle que  destruya la correspondencia, cosa que no ocurrió. 

     Enterado San Martín del trágico suceso envía  una carta a Juan Lavalle. En un párrafo  sobresaliente el Libertador le dice:  "Permítame, usted, general  le haga una sola reflexión a saber: que aunque los hombres en general juzgan de lo pasado, según la verdadera justicia y de lo  presente según sus intereses, en la situación que usted se halla, una sola víctima que pueda economizar a su país, le servirá de un consuelo inalterable, sea cual fuere el resultado en el que se halla empeñado, porque esta satisfacción no depende de los demás, sino de uno mismo".

171º Aniversario de la muerte del  Libertador José de San Martín.


     

     


    

Tristeza


 

 El canal principal de riego que cruza las ciudades del Alto Valle de Río Negro  presenta, a pocas semanas de regresar el agua a su cauce, debilidades en su mantenimiento. 
Las imágenes que se exponen corresponden al tramo entre la Central Hidráulica, calle Buenos Aires, y la avenida Mendoza de esta bella y pujante ciudad de General Roca, provincia de Río Negro. 
 Esta obra, construida entre 1911 y 1928  para el curso de agua   se considera una de las obras mas extraordinarias y ejemplares destinada a la irrigación. 
 A principios de septiembre, el agua estará de nuevo pasando hacia su noble misión de regadío del valle productivo. 
 Años atrás, este hecho se celebraba con alegría; era una de las costumbres culturales de la sociedad vallenata. 
 Ahora, además del magnífico y cuidado  parque lineal  desarrollado  a sus márgenes, se observan, en su seco cauce,  restos de objetos  y sedimentos de varios años sin erradicarlos. 
 El agua tapará todo y la naturalización del estado de canal no inquietará más a los vecinos.  Pero quedará  ahí, no visible,  hasta el próximo ciclo del invierno. Lo descripto provoca reacciones y sentimientos encontrados: prevalece uno con intensidad: tristeza.   


PRESENTACION DE UN O KM

                                                                                                                                         

 El flamante automóvil  se expuso  en la estación de servicio YPF del señor Ballestri, avenida Colón y Sarmiento de Carhue.  Para influir en la promoción de la unidad, dos jóvenes agregan encanto  al momento  y son fotografiadas en esa tarde de invierno. 



A la izquierda, de pie, está Emma Castagnola,  dactilógrafa y estenógrafa. Trabajó hasta su jubilación en la farmacia Herrera de la avenida San Martín. Su hermana Blanca  será, años más tarde,  titular del Instituto Musical Fontova (sucursal) donde asistirán   decenas de estudiantes.  

La toma gráfica  es de 1937, aproximadamente.

Se lamenta no poder informar la marca del automóvil,   que puede ser Whippet, un modelo del periodo   “entre guerras”  (1918-1939) proveniente de la industria estadounidense.

La foto original no permite identificar con claridad datos precisos de su logo de fabricación. Puede ocurrir que un agudo y memorioso observador   resuelva este enigma. El señor Miguel Angel Sottovia puede ser el indicado. 

Gobernaba en esos años la provincia de Buenos Aires Manuel Antonio Fresco. La presidencia de la República la ejercía Agustín P. Justo; Juan Marcalain ocupaba el cargo de intendente Municipal de Adolfo Alsina.

Carhué  destacaba por su esplendor. Competía como atractivo turístico con énfasis en sus aguas milagrosas del Mar de Epecuén y competía con las ofertas de la costa atlántica bonaerense. Era opción con Mar del Plata.

En la plenitud de la temporada llegaban cinco trenes diarios con cientos de viajeros que encontraban bienestar, diversiones, alojamientos en hoteles con todos los servicios, y como hecho superador la esperanza de mejorar dolencias físicas y espirituales.  

En ese breve contexto histórico enunciado se presentó el automóvil en la estación de servicio del señor Balestri. Unos 84 años atrás. 

 

 

 

 

 

 

 

 

    

 

El poder de la convicción

                                        

  La nota que se invita leer este domingo 25 de julio presenta un contenido poco frecuente en la comunicación social actual: sea esta  a través de medios tradicionales o las llamadas redes.  Liliana,  la persona consultada sorprende. La joven entrevistada ofrece un modelo de superación. De esfuerzo, convicción  y   reconocimiento a la contención familiar. Es inspiradora, brinda esperanza.

 Como indicaba el primer periódico patrio del 7 de junio de 1810, con una cita de Tácito,  “Raros tiempos de felicidad aquellos en que se puede sentir lo que se quiere y decir lo que se siente”.  

 Aquí va el link: https://www.rionegro.com.ar/liliana-la-soldadora-de-roca-que-canta-opera-en-un-taller-metalurgico-1896116/

El autor de la nota es un joven graduado en Comunicación Social por la Universidad Nacional del Comahue.

La destitución del presidente Arturo U. Illia

 

                                        28 de junio: 55º aniversario  

                     del derrocamiento del Presidente Illia  

          

                          

 Asumió como presidente constitucional el 12 de octubre de 1963. Fue depuesto por un golpe militar el 28 de junio de 1966.  A cincuenta y cinco años de ese hecho dramático para la vida de los argentinos y de la República, la perspectiva histórica permite entender que ese penúltimo golpe anticipó la tragedia de los años setenta y el comienzo del terrorismo de Estado iniciado  en marzo de 1976.

El doctor Illia, en aquella mañana del 28 de junio  señaló, con firmeza a los golpistas,   sobre las consecuencias que tendría alterar por la fuerza el orden constitucional.

Lo ocurrido en la década siguiente  confirmó su advertencia expresada durante el turbulento y vergonzante   asalto a la Casa Rosada.

RECUERDOS EN EL DIA DEL PADRE

                                               MI PADRE     

                                                                                                                     Por Juan Carlos Bergonzi

Giovanni Ottavio Bergonzi nació el 9 de enero de 1895 en Galliavola, provincia de Pavía, Italia.   En 1914, con diecinueve años, ya había ingresado, como soldado de primera categoría,   al Ejército Permanente del  Reino de Italia. Lo dieron de baja el 14 de noviembre (de 1914) y fue movilizado, nuevamente, el 16 de enero de 1915.

     Italia desistió de unirse a las potencias centrales o imperios como el alemán, austro-húngaro, otomano  y otras naciones que conformaron la Triple Alianza. Ingresó  a la Gran Guerra  el 23 de mayo de 1915   como miembro aliado de la llamada Entente  establecida por el Reino Unido, Francia, Imperio de Rusia  y otros países.  En 1917, Rusia se retira de la guerra e ingresa EE.UU. de América.  La salida de Rusia se debe a la Revolución bolchevique de ese año y enfrentamientos de grupos en guerra interna.

     La dimensión del conflicto  entre  las potencias industriales   superará  todas las previsiones  y se convertirá en  Primera Guerra Mundial, 1914-1918.

     En enero de 1915 Juan Octavio era  un soldado  reincorporado y el primero de junio, siete días después de la declaración de guerra de Italia,  arriba al “territorio en estado de guerra”. 

      En el  frente del río Insonzo   peleó  entre junio de 1915 y noviembre de 1917. Casi tres años de combate ininterrumpido. La estrategia italiana, en este largo enfrentamiento con las fuerzas enemigas  austrohúngaras, era lograr  atravesar ese corredor natural del río, llegar al corazón de Austria y tomar posesión de algunas ciudades y territorios.

    Sabemos de las condiciones del combate en la Gran Guerra. La trinchera se constituía en la fortificación inicial y persistente para atacar y defenderse. Ser herido o muerto era la única salida para la  juventud que allí servía  a su patria.

     La vida en las trincheras es conocida: humedad, agua, ratas, piojos, hambre, gases tóxicos  y desesperación.  Los comentarios que escuchamos, los hijos de   Juan Octavio, son suficientes para comprender el drama de estar en ese contexto de muerte y desamparo.  No olvidamos sus narraciones del comienzo de la guerra aérea  y sus efectos trágicos  en las tropas atrincheradas. En el combate de Caporetto  Juan Octavio desaparece en cercanías del Monte Grappa para luego caer prisionero de guerra  del Imperio austrohúngaro  el 2 de noviembre de 1917. Esto ocurre  unos días antes del final de la batalla citada.  El saldo fue de 40.000 muertos y heridos  y 275.000 prisioneros.

    Fue liberado de la prisión austriaca  el 8 de diciembre de 1918 y reunido en un campo de concentración el 10 de diciembre, también de 1918.  La  baja ilimitada fue concedida por el Ejército italiano el 31 de octubre de 1919.

    Es decir que   estuvo en la milizia alrededor de seis años; uno  en la conscripción (1914); tres en el frente de combate con sus regimientos de Artillería, donde recibe los ascensos (1915-1917); un año preso   en territorio enemigo (1918) y  finalmente cerca de otro año más    como liberado pero  concentrado  hasta su baja, sin restricciones, que fue acompañada de una compensación  de 300 liras. Esto último en 1919.  

     Cuando salió de ese abismo tenía 24 años, ileso   y   dispuesto a emprender otros caminos  en su juvenil existencia.

Migración a la Argentina

      En  1920, Juan Octavio ingresa a la República Argentina. Su arte o profesión   era de panettiere  (pastelero) y le permitió, supuestamente, incorporarse a la fuerza laboral  sin dificultades.  Este frente, ya no bélico, sería complejo: integrarse a otro país, aprender el idioma, establecer vínculos laborales y sociales. Una tarea nada sencilla en los años de 1920 en la Argentina receptora de miles de inmigrantes en su mayoría empobrecidos

    Se reitera, en esta instancia de su vida, la fuerza y el carácter para afrontar desafíos, abrir el juego a las oportunidades  que demandaban un gran esfuerzo; no doblegarse, no mirar atrás parecen ser sus  consignas en el gran cambio que  construye.   

      Con  unos  años de trabajo en Buenos Aires  obtuvo  suficiente capital como para retornar a su país de origen.  El ambiente político no era el más apropiado para un ex soldado, condecorado de la Primera Guerra Mundial. Son los años que los historiadores designarán   de “entreguerras” luego de iniciada  la  Segunda Guerra Mundial.

      El surgimiento del fascismo era un hecho;  la “Marcha sobre Roma” de los camisas negras, encabezada por Benito Mussolini   se había  concretado  en 1922 y   la toma del poder político, con el consentimiento del rey Víctor Manuel III, le permitió  al Duce formar gobierno. Fue el comienzo de un régimen autoritario, militarista,  que duró 21 años con los resultados conocidos.

    Tenemos  memoria sobre los   relatos en la mesa familiar  de Juan Octavio  de la situación de Italia cuando el retornó    desde la Argentina.  Advirtió   que otra tragedia se avecinaba  sobre   Europa. Sus años en la trinchera y en la  prisión militar  le habían brindado suficientes elementos de análisis   para comprender que su país de nacimiento  era un  lugar  inseguro, alborotado, con un futuro brumoso.  

                                         Celia y Juan Octavio de paseo por el balneario de Epecuén   (1929)

El 11 de noviembre de 1925, desde el puerto de Génova, volvió a la Argentina y se quedó para siempre. Conoció a la dulce Celia y  se enamoró.  Se casó con ella a la edad de 35 años.  Sus cuatro hijos  Rubén Octavio, Raquel Magdalena, Roberto Daniel y Juan Carlos  son el fruto de esa unión matrimonial.    Creo que su obstinación, coraje,  voluntad de avanzar en la trinchera y soportar las penurias de la guerra más cruel del siglo XX, bien merece  un sentido reconocimiento   en su memoria y honor.     

  Su muerte, ocurrida en Carhué el 4 de noviembre de 1970, cuando le faltaban dos meses para cumplir 76 años, le impidió recibir,  en el Consulado italiano de Bahía Blanca, la Orden de Caballero de Vittorio Véneto  extendida en evocación y agradecimiento de la República Italiana a sus  ex guerreros  de la Primera Guerra Mundial.  

  Hoy en el Día del Padre tomo  partes de una investigación más extensa que escribí sobre su trayectoria. Cuando visito su tumba en el viejo cementerio de Carhué, la soledad y el silencio del lugar me provocan   un fuerte sentimiento de admiración;  de cariño y respeto a un hombre que por fortuna fue mi padre.   

   

 

  

         

Día del Periodista

  

                                                         7 de junio

                           Gazeta de Buenos Ayres y el Día del Periodista

   


                   A   pocos días del 25 de mayo de 1810 Mariano Moreno redactó una orden mediante la cual se creaba un periódico semanal cuyo cometido era informar al público  las medidas a tomar por el gobierno provisional. Se producía entonces un cambio en la manera de comunicar frente a los métodos impuestos por la Corona española.

               “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus Representantes –fundamentaba la orden– y el honor de éstos  en que todos conozcan la execración con que miran aquellas miserias y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos”

                Y continúa: “cuando el congreso general necesite un conocimiento de un plan de gobierno que la Junta provisional ha guardado, no huirán sus vocales de darlo, y su franqueza desterrará toda sospecha de que se hacen necesario o temen ser conocidos; pero es más digno de representación fiar a la opinión pública  la defensa de sus procedimientos; y que cuando todos van a tener parte  en la decisión de su suerte, nadie ignore aquellos principios políticos que deben reglar su resolución."

               Gazeta de Buenos-Aires  aparece el 7 de junio de 1810  bajo inspiración de la orden  comentada.  Llevaba por lema una frase de Tácito Raros tiempos de felicidad en los puede sentirse lo que se quiere y decir lo que se siente.   Era una alusión precisa y clara a la génesis de libertad  en  mayo de 1810.

                Según un estudio del profesor Luis Aznar Gazeta desapareció en 1821 y fue  este medio gráfico  el que experimentó,  más que ningún otro instrumento del gobierno patrio, los temblores de la política revolucionaria.

                El 7 de junio se celebra el Día del Periodista. La fecha fue fijada por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba en 1938. El día  surge de la  salida,  por primera vez, de Gazeta de Buenos-Ayres.

                 Es también el día de recordación del  joven creador del periódico y miembro de la Junta Provisional del primer gobierno patrio  Mariano Moreno.  

               

 

 

 

 

 

 

 

Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina