Mala noticia: acequia fundacional sin agua


   

                                
                                 CUIDAR EL LEGADO               


La acequia que se origina en el entorno de la Central Hidráulica Roca, calles Buenos Aires y Gadano   sufre una interrupción en el suministro de agua en la avenida Mendoza y desde ese punto  hasta casi la calle Jujuy.
Ese pequeño acueducto  que corre paralelo al llamado Canal Principal ya no cumple su función originaria: irrigar parcelas de tierra cultivadas. Sólo pretende dar agua a un antiguo cordón forestal que lentamente se está apagando sin vistas a su renovación.  

 


               

Se puede observar, si se camina por el paseo, sobre la ribera sur del Canal principal,  el cierre  de este servicio como consecuencia  de la obra de asfaltado que conectó las arterias  Jujuy con Mendoza (Prolongación de Chubut).En algunos tramos se tapó la acequia y en otros se dejaron montículos de tierra con ripio que interfieren la marcha del elemento agua. Hay  un gran tramo en dirección a Jujuy donde la acequia fue erradicada, no obstante contarse hasta la fecha, con una formación arbórea.

Los vecinos han sugerido construir un by pass  antes de llegar su traza a Jujuy y que el agua circulante derive en el canal principal. Una obra que no se concreta y que la empresa que asfaltó debió solidariamente construir. Es obvio que hubo una ponderación del problema desfavorable con el destino de los árboles.

El bello y cuidado paseo del parque lineal, en ambas márgenes del Canal,  merece

                Excelente  instalación  en el Canal Grande. Acercamiento informativo valioso

contar con   rastros del modelo de irrigación a chacras y parcelas donde la producción frutícola daba brillo a la comunidad roquense. Se trata de ver las cosas con criterios de identidad, pertenencia, orgullo y, de alguna forma, homenaje en el tiempo  a los que participaron en esa formidable obra  de regadío. 

Hay provincias en la Argentina que hacen culto de estas cuestiones  y   maravillan al turista o viajero. ¿Por qué  no rescatar lo propio, cuidarlo, atesorarlo y brindar mediante señalética información sobre el tema? 

En el paseo del canal se han colocado carteles con datos sobre árboles. Una encomiable iniciativa que debería continuar con lo aquí planteado. General Roca es una ciudad de referencia y se destaca por acciones dirigidas al crecimiento sostenido y amigable con sus habitantes.

Conservar pequeños, pero memorables, registros de lo hecho por otros  que nos precedieron debería  considerarse. Es un legado a salvo de  disonancias.  Coincide esta reflexión con la preservación de medio ambiente  objeto en estos tiempos de circunstancias muy irregulares que lo golpean a escala planetaria  con visible  dureza.

Crónicas del Covid-19 . La pandemia en su primer año. Un libro para atesorar

     


                                

Escribir sobre una calamidad que cayó sobre el planeta, como una suerte de final de los tiempos, no es una tarea  para débiles en el modo   persistencia y convicción. Si  se carece de firmeza o constancia mejor no acometer un desafío semejante.

 En este libro, Bitácora de la Pandemia,  el autor propone recorrer la tragedia experimentada en el primer año de su llegada. De acuerdo con   modelos de la investigación, acota su incansable labor. Ha trabajado días y noches sin descanso y hasta soportando el virus en su propia humanidad.

 Lo llamativo de estas crónicas del Covid-19 lo  constituye la mirada global.   El hogar del redactor está en un pueblo de siete mil habitantes asentado en el Departamento de Caseros, provincia de Santa Fe, Argentina. Esta pequeña ciudad está al suroeste de lo  que dio en llamarse “pampa gringa”. Un inmenso y fértil espacio destinado al cultivo de granos, ganadería, industria lechera, entre otras diversidades relacionadas con la madre tierra.  

En ese  imponente marco geográfico  está Chabás  donde el autor de este libro, Horacio Deluca, graduado en Periodismo y Comunicación y en Historia por la Universidad Nacional de La Plata se impuso   esa práctica de riesgo, como diría el maestro Borges: escribir.

Bajo esa impronta  registra lo que ocurre en su querido pueblo con sus   vecinos, instituciones. La cercanía lo agobia con la  partida  de amigos, conocidos y familiares. De pronto no habitan mas aquellos  que  ayer estaban  en contacto cercano o distante: la dureza de esas pérdidas lo conmocionan pero no deja de sentarse frente a la pantalla de su ordenador.

Está frente al drama de su pueblo, de su provincia y país. Relaciona los hechos y el avance de la pandemia con otros similares ocurridos en lugares remotos. Compara datos, publicaciones, análisis  científicos, resultados. El texto se convierte en planetario, universal. El crecimiento del contagio y sus consecuencias están descriptas. La incertidumbre también.  

El Senado de la provincia de Santa Fe declaró el testimonio  al  libro “de interés”. La decisión de los parlamentarios anticipa el valor documental que conlleva. Porque convengamos, la transmisión de información  de situaciones emocionales, solidarias, algunas disonancias ciudadanas están reflejadas con paciencia y objetividad.

 Desde su aparición, el libro, ya pertenece a la historia social y cultural de la Pandemia Covid-19. Horacio Deluca, su autor, tuvo la claridad conceptual para agregar al patrimonio de su ciudad esta gran crónica con epicentro en Chabás. “Su lugar en el mundo” como él lo define.  

El excelente diseño de la portada y general es de Fanny Inés Fanelly, co -directora del periódico Millennium de Chabás y Franco Centanni  responsable de la vista aérea del pueblo. Fue impreso por cb Ediciones, en Rosario. Argentina. 

Está disponible en EmilioLibrería  https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2921683211413392&id=100007152250271&sfnsn=scwspwa

 

 

Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina