PARA ENTRAR AL DEBATE DE LA NUEVA LEY DE R.D.




En el gobierno nacional dicen que es sólo cuestión de tiempo para que en Argentina haya una nueva ley de radiodifusión, que reemplace al decreto ley del último gobierno militar y que aún está vigente. Pero también es una cuestión de forma. Es decir, cuál será la reforma que se impondrá, hasta dónde quiere y puede llegar el gobierno con la nueva ley y cómo se hará para desarmar los grandes monopolios (particularmente los grupos Clarín, Telefónica y Uno).

Hasta este momento, el proyecto oficial es un secreto guardado bajo siete llaves. Nadie quiere largar prenda para evitar que se conozcan los detalles de la iniciativa, y que alguien comience a ganar de mano la batalla de los argumentos. Lo poco que se conoce es que habrá tres grandes sectores (la propuesta es de la Coalición para una Radidifusión Democrática)a regular que se dividirán el espectro radiofónicio: el público, el privado y el comunitario. Que habrá un nuevo Comfer pero con una composición más democrática (actualmente el organismo vive una treinteañera intervención), y que se pondrán límites (y controles) a la publicidad.

También que habrán fuertes condicionamientos para la entrega de las licencias, límites para las licencias cruzadas (es decir, cuántas licencias de radio podrá tener un prestador de servicio de televisión, por ejemplo), algún tipo de freno para los capitales extranjeros y un plazo de vigencia para que todos los prestadores se pongan en regla, que sería a partir del 2015, cuando venzan las licencias que el ex presidente Néstor Kirchner prorrogó por decreto en 2005.

El debate todavía no tiene la publicidad que debería tener la regulación de una norma de estas características. Los medios le dan poca bolilla. Creo que todos imaginan por qué será.

Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina