Carhué y el lago con propiedades curativas.

Glamour. Cocina italiana y francesa. Orquesta, baile, biógrafo bajo las estrellas
                        

          Por  Juan Carlos Bergonzi                                                                                           (2da. Entrega)                                                                                                                                           
  Mientras  los trenes diarios  a Carhué,  en 1925, eran  por el lapso veraniego "el rumbo más rápido, el servicio más confortable", la ciudad ofrecía a los viajeros comodidades de alojamiento amplias y con servicios calificados.  Los avisos dan cuenta, con detalle, de las posibilidades de pasar una temporada con aire puro, sol y sal. Todo confluía para para convertir al estío  junto al lago milagroso en  una esperanza de mejores condiciones  físicas y espirituales.
  El Gran Hotel invita a recalar en una de sus cien amplias piezas. El texto trasmite un ambiente completo; las familias y los pasajeros tienen la oportunidad de elecciones gastronómicas internacionales, hielo y espacios para guardar los vehículos. Además un salón para orquesta y una invitación  a la danza. Los amantes del cine podían disfrutar  de una cinta  bajo el cielo nocturno, al aire libre, sin limitantes. 
  Se puede suponer que  la firma hotelera de José Pagnoni y Cía. tenía un claro registro de las ofertas y demandas de Carhué como potencial Estación Termal de América del Sur.
  Gloria Hotel del señor  Humberto Longhi destaca sus precios razonables, módicos y los departamentos destinados a las familias. Es obvio que el target elegido es la institución familiar  para lo cual hace saber de las características constructivas del edificio, su modernidad y los servicios ferroviarios que los interesados pueden acometer para llegar al encuentro con Carhué. 
  ¿Cómo no sentirse atraído por esta plaza turística con un  lago  de aguas privilegiadas y recomendadas por clínicas europeas? 
  Consultas médicas en la década de 1920. El folleto comentado   narra  casos de pacientes en búsqueda de auxilio para su salud. Una advertencia prologa la breve nota de la página 6 titulada "En Europa”  con una bajada que afirma  “se conocen mejor y se aprecian más, la propiedades curativas de las aguas del Lago  de Epecuén, que en la propia República Argentina".

  Un integrante del directorio del F. C. del Oeste expone sus padecimientos en la capital del Reino Unido, Londres,  y ofrece someterse a un severo tratamiento del reumatismo que lo aquejaba     En el contexto de la consulta, el jefe de la Clínica   "manifestó que para obtener una buena y eficaz cura, tendría que hacer un largo viaje...

  -¿A dónde? dijo el paciente. Vengo de lejos, e iré lejos también con tal de curar mi mal.
  -Tendría que hacer un viaje a la República Argentina, le contestó el director de la clínica, al Lago de Epecuén, en aquel país. -Pues señor, contestó el paciente...si de allá vengo y no conozco el Lago de Epecuén."

  Otro episodio similar sucede en Italia, en consulta por el mismo mal, reumatismo. Es informado como en el caso anterior. Retorna a la Argentina "curándose en las aguas del Lago de Epecuén"  El paciente era un vecino y comerciante e industrial, muy conocido en la ciudad bonaerense de Azul. 
   
  El último de los comentarios del folleto en la página citada surge de un artículo editorial del diario La Nación de Buenos Aires, fundado por Bartolomé Mitre en 1870. Vale señalar que tanto el matutino de los Mitre como La Prensa (1869) de la familia Gainza Paz eran dos medios gráficos rectores para la población argentina. 
   
  El editorial en un diario es el artículo de fondo. El pensamiento íntimo del medio, podría decirse que es su consciencia la que habla.  "El Poder Curativo de las Aguas"  publicado el 11 de diciembre de 1924 sugería "la necesidad de estudiar y conocer mejor las aguas medicinales de nuestro país" y agregaba " Se ha dado el caso de un ilustre clínico francés  que recetó en París, a un compatriota nuestro, los baños del Lago de Epecuén". 
 
  El diario afirma que hay muchos otros testimonios  y recalca "que se demuestra, de una manera evidente, las propiedades curativas de estas privilegiadas aguas ya conocidas y  justamente apreciadas en las más afamadas clínicas de Europa.
   
  ¿Carhué  alcanzaba dimensión global, en la tercera década del siglo XX, por las aguas curativas del Lago de Epecuén? 


Próxima entrega: más sobre FFCC y marketing. Escritos académicos locales  y nacionales sobre las aguas. La información es extraída del folleto de la Comisión de Fomento de Carhué, 1925. Establecimiento Gráfico Argentino. 

Somos docentes de la Universidad Nacional del Comahue y escribimos desde el norte de la Patagonia, Argentina.
Investigamos sobre periodismo impreso y digital.

General Roca, Argentina